Al acercarse las fiestas de Navidad y Año Nuevo, es común que
percibamos una sensación muy especial, al traer a nuestra memoria los
maravillosos recuerdos de la infancia, que nos conducirán al reencuentro con el
niño que tenemos dentro y que de pronto hemos olvidado. Recordemos que nuestro
niño interior posee el espíritu de la verdad, vive en sintonía con la
naturaleza y ejercita cotidianamente su capacidad de asombro, en un contexto de
plena autenticidad. En estos tiempos navideños reencontrarnos con el niño que
todos llevamos por dentro, nos ayudará a avivar la llama de la alegría y a
promover aquellos sentimientos de amistad y ternura con los semejantes.
Te propongo este sencillo ejercicio de visualización para reencontrarte con tu Niño Interior. Léelo muy bien antes de hacerlo:
Te propongo este sencillo ejercicio de visualización para reencontrarte con tu Niño Interior. Léelo muy bien antes de hacerlo:
Imagina que te sientas en una habitación vacía... piensa en el niñ@ que fuiste a los 4 o 5 o 6 o 7 años de edad... a
esa edad tenemos todos una buena dosis de inocencia, amor por las cosas simples.
Imagina a ese niñ@ entrando a la habitación llevando consigo sus juguetes
favoritos, sus revistas o libros para pintar, su juguete favorito… Y
mientras imaginas que él llena con sus cosas el lugar, tú solo míral@,
percibe su olor, escucha su voz, admira su tamaño, su ropa, su peinado y lo
bello de sus ojos y su mirada...
Cuando estés listo deja que se acerque a ti... Llámalo o
acércate... Exprésale que has regresado para estar con él. Mira
profundamente los ojos de ese niño: observa su alegría, tristeza, ansiedad... Tiéndele los brazos y
envuélvelo en ellos. Abrázalo con amor y ternura, dile cuánto lo amas, cuánto
lo quieres, cuánto te importa. Admira a ese niñ@, admíralo totalmente y dile
que está perfectamente bien cometer errores mientras se aprende. Prométele que
estarás siempre con él, pase lo que pase. Ahora, deja que ese niñ@ se
vuelva muy, muy pequeño, hasta que puedas guardarlo dentro de tu corazón.
Consérvalo allí para que cada vez que mires abajo puedas ver esa carita que se
levanta para mirarte y brindarte todo su amor.
Vivamos intensamente estas fiestas navideñas dejándonos llevar por
la emoción, la espontaneidad y el afecto propios del espíritu infantil, que
tanto nos enseña en todas la etapas del vivir.
Aquí te comparto esta hermosa canción:
Aquí te comparto esta hermosa canción:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario